Muy buenas a todos:
Llevamos unos días en España recuperándonos del ajetreado mes y del viaje de vuelta. Tenemos la satisfacción de haber superado todos los objetivos planteados y de haber conseguido alguno de más. Bien es cierto que hemos rozado el límite de tiempo con alguno, hasta el punto de habernos planteado muy seriamente permanecer en Cusco un periodo extra con el fin de cerrar todos los asuntos.
Las aduanas han sido nuestro mayor caballo de batalla. Entre otras cosas porque era una gestión que no estaba totalmente en nuestras manos, ya que dependiamos de los receptores a los que venía destinada la carga que, como esperábamos, no se les veía muy interesados en que los materiales salieran con premura. Nunca sabremos si esto era debido al ritmo con el que se mueven las cosas por estos lugares o por otros oscuros intereses. El caso es, que cuando entendimos que el tiempo se dilataba y las gestiones se empantanaban, recurrimos a la infalible y única herramienta que todo político teme y respeta: La prensa. Reunimos a varios medios de comunicación que, encantados, difundieron el nombre del alcalde y de otros desafortunados gestores que llevaban la batuta en esta tarea... Manita de santo. De repente los problemas comenzaron a diluirse y, a sólo dos horas de nuestra partida hacia España pudimos realizar el acto de entrega de los 2000 kg de materiales destinados a bomberos, hospitales y hogares de acogida. Al límite pero lo conseguimos.
En la Casa de Acogida Mantay quedaron montados los catorce roperos y se terminó de embaldosar el suelo de cemento que impedirá que las niñas se embarren cuando deambulen por la zona de lavandería. También se organizó un concierto con una banda de música local que arrancó la sonrisa de todos durante una tarde.
En la Escuela Huchuy Hachac se tiró otro suelo de cemento. También se implementaron dos aulas con sus pupitres, sillas y estanterías. Se confeccionaron 140 juegos de ropa que fueron repartidos entre los niños más necesitados del barrio.
En estos días se está procediendo al reparto de los materiales didácticos enviados desde España.
Las ropas de abrigo serán entregadas en las zonas más frías y afectadas. En estos lugares los más débiles, niños y ancianos, sufren las inclemencias del tiempo, a veces pagando un elevadísimo precio.
Una vez más nos retiramos a casa con la certeza de no haber cambiado el mundo pero si de haber arrancado algunas sonrisas.
Queremos agradecer a todos los que han hecho posible este sueño con trabajo, ilusión y apoyo incondicional.
Un saludo de Jose Luis, Alejandro, Vicente y Jorge..... Gracias
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