ACTO DE INNAGURACION DEL LA NUEVA ESTACION CENTRAL (2008)
Corría el año de 1950 y en la imperial ciudad del Cusco, empezaban a soplar vientos de progreso. La vida cotidiana hasta entonces adormecida, recibía la inyección del turismo y nuevos pensamientos venían a despertar las ansias dormidas de sus habitantes.
Posteriormente, este mismo año, el 21 de mayo, un terremoto sacudió la entraña misma de la peruanidad y cayeron heridos de muerte muchos monumentos históricos y casas solariegas donde cual fantasmas rememoraban sus hazañas caballeros españoles, viniéndose por los suelos construcciones de origen colonial y virreynal afectando también seriamente las construcciones de origen incaico.
Al Cusco herido por este amargo acontecimiento, acudió todo el Perú y empezó a escribirse una nueva historia en la vida de la imperial ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Empezaron a nacer los edificios modernos, los templos comenzaron a restaurarse, los servicios sanitarios tuvieron carta de ciudadanía; empero hacia falta algo más. No solo material sino fundamentalmente espiritual, que tuviese mucho de hidalgo, de humanismo, de brindarse a los demás sin esperar recompensa, un grupo de personas cuya mística fuese aliviar el dolor de los demás.
A través de las ondas radiales y mediante el dialogo directo con la población cusqueña se empieza a efectuarse una campaña para la creación de una Compañía de Bomberos.
Risas, escepticismo, voces de desagrado o indiferencia empezaron a dejarse oír. Una Compañía de Bomberos en el Cusco, ciudad de piedra y adobe, donde no puede quemarse nada, que locura.
En el año de 1952, estalla un gran incendio en una casona colonial de la Av. El Sol, corren presurosos los vecinos para sofocar las llamas pero su trabajo resulta infructuoso y a raíz de esta nueva tragedia, se renuevan las gestiones para fundar una base de bomberos en el Cusco.
NACE LA INSTITUCION Un 14 de agosto de 1952, en el local del municipio en la calle de San Andrés se logra lo tantas veces ansiado, crear una Compañía de Bomberos para la ciudad del Cusco, siendo su primer comandante Abel Revoredo.
Baldes, palas, picos, una mesa, sillas, sogas y una vitrina es todo el patrimonio de la Compañía y con ese material se da comienzo a un trabajo en pro de la sociedad cusqueña. Posteriormente se actúa en forma reglamentaria, ya se había confeccionado los estatutos y reglamentos internos y en el año de 1956 se logra el reconocimiento oficial como Compañía de Bomberos Voluntarios Cusco Nº 39.
Se comienza a equipar la naciente institución adquiriendo una auto bomba Ward la France y equipos para el combate de incendios. De inmediato el crecimiento es notorio y sus agigantados pasos la convierten ahora en el bastión de resguardo de la imperial ciudad del Cusco, Capital Histórica del Perú.
Actualmente es la única compañía de bomberos que existe en la ciudad, teniendo que dar cobertura a una población de más de 500,000 habitantes y visitada por un promedio anual de un millón de turistas de todo el mundo, constituyéndose de este modo en la institución más importante en rescate y salvamento, combate de incendios, estructurales y forestales de todo el departamento del Cusco .
En el momento, la Compañía de Bomberos Voluntarios del Cusco Nº 39 está comandada por el Capitán Edwin Mansilla Ucañani y cuenta en sus filas con un promedio de 80 efectivos voluntarios, divididos en dos secciones de trabajo: Operaciones y Servicios.
El personal de nuestra Compañía está integrada básicamente por jóvenes estudiantes y profesionales en diversas ramas o especialidades del saber humano, que ofrecen su tiempo y ponen todo su empeño para prepararse y responder eficazmente con sacrificio en bien de su prójimo, pese a las limitaciones presupuéstales y de equipos de protección que son una característica ya común dentro del servicio de los bomberos voluntarios en un país como el nuestro.
Contamos con una maquina de agua, para el combate de incendios, una camioneta adaptada para rescates, una ambulancia para urgencias médicas y una camioneta que la usamos en incendios forestales. Nuestros servicios por las características especiales de nuestra ciudad abarcan múltiples tipos de emergencias como son incendios forestales y estructurales, rescates en río, búsqueda, inundaciones, huaycos, rescate en montaña, urgencias médicas, etc.
Guiados por el lema: Dios, Patria y Humanidad realizamos nuestra labor desinteresada pensando siempre en el prójimo y en un mundo que podría ser mejor si la mística del servicio y el apoyo constante y oportuno entre hermanos habitantes de nuestro planeta no se vaya perdiendo o dejando de lado.
